LA PROGRAMACIÓN
NEUROLINGÜÍSTICA (PNL)
Primero veamos una definición:
Según Wikipedia
"Es un modelo de comunicación interpersonal que se ocupa fundamentalmente
de la relación entre los comportamientos exitosos y las experiencias subjetivas
—en especial modelos de pensamiento— subyacentes. También constituye un sistema
de terapia alternativa que pretende educar a las personas en la autoconciencia
y la comunicación efectiva, así como cambiar sus modelos de conducta mental y
emocional."
En pocas palabras iniciar una vida positiva desde nuestro conciente y subconciente para que nuestro cuerpo trabaje en conjunto con ello y así nuestro entorno también se enfoca en este estilo de ser.
TÉCNICAS
DE PROGRAMACIÓN NEUROLINGÜÍSTICA PARA NIÑOS.
La programación neurolingüística
puede utilizarse en niños a fin de educarlos y estimularlos en aquellas tareas
sanas para su desarrollo. De tal modo, las técnicas de programación neurolingüística
para niños, constituyen una estrategia que ofrece desde la PNL, un modelo para
aprender, que puede ser aplicado a la educación y el aprendizaje infantil.
Desde la programación
neurolingüística se pueden idear una serie de técnicas para tener un plan o
estrategia educativa con los niños. Veamos estos aspectos en detalle:
- Establecer límites con horarios de referencia.
- Estimular la lectura.
- Fomentar el juego organizado, es decir, acompañar al niño y enseñarle a elegir sus juguetes, encontrar una historia para su juego y desarrollar un inicio y un fin.
- Programar las actividades de forma organizada pero sin agobiarlo y permitirle descansos y momentos de ocio y juego.
- El afecto tiene que estar presente en todo momento pero sin “pegarse” demasiado.
- Promover la autonomía y el respeto de su propio espacio.
Cuando se logran estos aspectos lo
ideal es que esto se convierta en un programa, o un plan sistemático para aplicar.
Ahora bien, no hay que ser demasiado estrictos y rígidos, intentar el punto
medio para que se siga con este plan o programa.
FORMAR
NIÑOS TRIUNFADORES CON PNL
Las palabras son poderosos
decretos que hacen mella en los seres humanos. Un lenguaje siempre positivo,
constructivo, que reconozca el mérito y elogie el intento, permite que los
niños crezcan con una sana y buena autoestima.
Nuestra cultura no es tan amable
con la formación de una buena autoestima, no tenemos un trasfondo cultural que
nos ayude a crecer con mentalidad de éxito. Pero debemos cambiar eso desde las
bases “NUESTROS NIÑOS”, reconociendo sus virtudes y ayudándolos a superar sus
deficiencias iremos creando hombres y mujeres mucho más felices y confiados,
para que en un futuro no sufran de estas nuevas enfermedades que atacan nuestro
organismo como lo son: la ansiedad, el estrés, la angustia y la depresión que
en muchos casos lleva al suicidio.
Los programas YO
SOY MUY INTELIGENTE, están apoyados en la Programación
Neurolingüística para desarrollar en los niños mentalidad ganadora. Siempre debemos
tener una esmerada intención de cuidar que los textos tengan contenido
constructivo, aprovechando que los procesos de aprendizaje requieren
repeticiones múltiples, y así, logramos que los niños graven en su
subconsciente, esas formas de pensamiento que los hacen ser ganadores.
Al estar incluido en los
contenidos, los mensajes se van metiendo sutilmente en el patrón de pensamiento
de los niños, sin que para enseñar sea necesaria la cantaleta que casi siempre
produce un efecto adverso.
RECOMENDACIONES
PARA PADRES Y EDUCADORES
Cada vez que se refiera a un niño
o una niña, hágalo con términos que le permitan asociarse con una persona de
éxito. Si ese lenguaje es repetitivo y está cargado de emociones positivas, los
resultados a mediano plazo serán, la construcción de un nuevo orden social en
el que impere la virtud.
Dejarles a sus hijos una forma de
pensar positiva respecto a ellos mismos, a los demás, a su país y a sus
circunstancias, es entregarles el pasaporte para que vivan una vida próspera y
abundante.
Se han descubierto que las
palabras que pronunciamos influyen en el entorno sin discriminar si las dijimos
para alguien en particular. El primer impacto que tienen es en nosotros mismos.
Así que por más justificación que su razón le dé para pronunciar palabras
negativas en contra de alguien o de algo, recuerde que lo afectarán a usted.
La costumbre de criticar a los
demás, es mantener en la mente lo negativo, los errores, lo que no es deseable.
Con esos pensamientos se generan actitudes perdedoras. Tenga cuidado con sus
pensamientos porque tarde o temprano se materializan en su vida y de ustedes
depende ser felices y exitosos o ser infelices y vivir en amargura por los éxitos
de los demás.
Evite caer en
la trampa del "NO"
Cuando decimos: no sea sucio, no
sea desordenado, no sea grosero, no sea maleducado, etc., el cerebro pasa por
alto el no y se queda con el resto de la frase. Regrese al texto y lea las
frases quitando el no y descubra lo que queda. Prefiera en su lugar decretar lo
deseable: tú que eres tan limpio, lávate las manos,
tú que eres tan ordenado, arregla tu cuarto, tú que eres tan juicioso, haz tu
tarea, etc.
Encuentre formas variadas de
reconocer el mérito en los niños. Dígalo con palabras, gestos, señales, emociones,
dibujos, notas, reconocimiento público, etc. Evite hacerlo con recompensas
materiales como juguetes o comida. La clave para que el reconocimiento tenga
buen efecto, es darlo después de que el niño haya hecho el mérito y no como
condición previa.
"Recordemos, saquemos de nuestras vidas todo aquello que nos hace infelices."
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